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Interacción Cultural Argentino-Dominicana

Es precisamente la Isla de Santo Domingo el lugar elegido por el  destino para que Cristobal Colón arribara a tierras americanas un 12 de octubre. Ese día,  nuestro continente modificó su cultura. En tierras dominicanas se instaló la civilización cristiana por primera vez en América y se han efectuado los primeros intercambios culturales entre indígenas, españoles y luego esclavos africanos.

 

Ese nacimiento se vio posteriormente reflejado en la República Argentina y es por ello que, sin lugar a dudas, ambos pueblos han tenido un crecimiento cultural cuyos lazos al paso del tiempo han ido estrechándose cada vez más.

 

Es así como el escritor Manuel del Cabral, dominicano, nacido en Santo Domingo en 1907, con más de setenta libros editados, la mayoría publicados en Buenos Aires, es considerado por sus allegados como domínico-argentino, ya que exiliado, vivió en la República Argentina más de 27 años, lugar donde hizo amistades como la de Quinquela Martín, Nicolás Avellaneda, Luís Cané, Arturo Capdevila y Oliverio Girondo, entre muchos otros.

 

Es así que el mismo Ernesto Sabato, quien fue uno de sus más grandes admiradores, en una carta le escribió: "Tu sabes bién Manuel cuanto admiro tu obra, que considero lo más grande que se ha hecho en nuestra lengua..."

 

Escritores como Don Manuel y nuestras raíces Hispánicas, el idioma, la religión, la música, han permitido a nuestras naciones hermanas acercarse cada vez mas.

 No se puede dejar de mencionar al intelectual, filólogo, crítico y escritor dominicano Pedro Hernriquez Ureña, quien desplegó un papel decisivo en la vida académica argentina, que comenzó el año de su llegada al país en 1924. Primero en la Universidad de La Plata con el filósofo socialista Alejandro Korl, Raimundo Lida, el historiador Jose Luis Romero y el ensayista Ezequiel Martinez Estrada, un año después junto al filólogo español Amado Alonso, quien invita a Ureña a trabajar en el Instituto de Filología y Literaturas Hispánicas, en la Facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aires. Así con Ureña, entran al país los estudios hispanoamericanistas, filológicos, estilísticos y lingüísticos; métodos que  colocan al texto en el centro del análisis.


Ureña concurre diariamente a Constitución para ir a la ciudad de La Plata al término de sus clases en Buenos Aires. Es la misma estación, en un vagón, donde Henríquez Ureña súbitamente se desplomaría para morir, el 11 de mayo de 1946, dejando un enorme legado dentro de la Cultura Argentina.

Hoy una gran cantidad de argentinos, profesionales, hombres de empresa, deportistas, escritores, pintores, han adoptado a la República Dominicana y crecen en estas tierras nutriéndolas de todo lo nuestro y asimismo se ven influenciados por la cultura quisqueyana, haciendo de este ida y vuelta una entidad única, la Dominico argentinidad o la Argentino dominicanidad.

 

De la misma manera, cada vez mas son los dominicanos que  hoy estudian, trabajan y realizan sus actividades en la Republica Argentina, apasionándose con la música, el arte y nuestra cultura.

 El auspicio de esta Representación fue y es importante en esta integración cultural; muestra de ello es que la Celebración del Bicentenario de la Revolución de Mayo, el 25 de mayo del 2010, se haya realizado en las instalaciones del Museo de Arte Moderno.

La Embajada Argentina a lo largo de su historia y con el fin de acercar al público dominicano los artistas argentinos residentes en República Dominicana, ha auspiciado muestras de artistas tales como Leopoldo Maler, Tete Marella, Enrique Royo, Marcelo Ferder, Cecilia Casamajor, Karin Weyland, Héctor Cappelletti, Daniel Pezzi, Fer Figheras, José Luís Pedroza, entre otras.

Esta Representación apuesta a que la interacción entre estas dos maravillosas culturas siga desarrollándose y con ese fin continúa realizando una gran tarea destinada al conocimiento del arte argentino en tierras dominicanas.

 

 


 

 

Fecha de actualización: 26/03/2012